Amanece y nos disponemos a pasar nuestro segundo día en esta bella ciudad, Estambul.
Comenzamos visitando una de las grandes joyas que nos rodean, el Palacio Topkapi. Enclavado sobre una gran colina que domina las costas europeas y asiáticas que comprenden la ciudad, este bello complejo nos deparó bellas sorpresas y fotografías- Nuestra experiencia nos llevó a visitar primero el Harem, y así nos evitamos las grandes aglomeraciones de los visitantes por lo que pudimos fotografiar a nuestras anchas, la riqueza y variedad de sus coloridos azulejos, las habitaciones de los sultanes o de las concubinas, los baños, los patios. Nuestro principal interés fotográfico fue captar los colores de azulejos y vidrieras, como hemos dicho anteriormente, y así mismo los juegos de luces y sombras que iban surgiendo a nuestro paso. A continuación visitamos la parte genérica del resto del complejo, con sus vistas, y sus salas museo, desde ropa, armas y el gran tesoro de piedras preciosas y oro que nos mostraba el poder y riqueza de aquellos tiempos. También la parte más venerada, las salas donde se exhiben pertenencias de grandes profetas del mundo musulmán, Mahoma, Moisés, y otros grandes personajes sagrados.
Tras la comida y un pequeño descanso, decidimos coger un ferry para cruzar a la orilla asiática y ver atardecer sobre la orilla europea, por lo que el Topkapi, la Mezquita de Suleyman, y la Mezquita Nueva nos muestran sus siluetas contra el sol y cielo naranja.
Otro momento mágico en el viaje. Ya de regreso a Eminou, decidimos despedirnos del día haciendo algunas fotos nocturnas. Otro día bien aprovechado y con buenas fotos capturadas.